Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial, mantuvo esta semana encuentros en Buenos Aires con el futuro ministro de Economía, Luis Caputo, entre otros funcionarios del presidente electo Javier Milei.
Coincidió con el diagnóstico del Gobierno entrante sobre los importantes desafíos de la economía local, pero en particular con la necesidad de ajuste del gasto público y el ordenamiento de precios relativos.
El banquero se mostró preocupado por los actuales niveles de pobreza y, en particular, el agravamiento que podría generar corregir los desequilibrios de la macroeconomía, por lo que ofreció al equipo económico financiamiento destinado a atender la situación social.
Además dijo que el saldo que dejaron los encuentros con funcionarios del futuro Gobierno: “Tuvimos buenas conversaciones, positivas. Coincidimos en el diagnóstico de que hay que atacar el problema fiscal, causa última de la inflación. Además expresamos nuestra preocupación por el tema de la pobreza y ofrecimos tanto asistencia técnica como financiación para programas destinados al área social”.
Dijo también: “La misión del Banco Mundial es ayudar a los países a reducir la pobreza. Lo hablamos francamente con el equipo de Milei. Argentina está en crisis, con un nivel de pobreza que creció 24% desde la pandemia. Tenemos una cartera grande de préstamos en muchas áreas, ponemos a disposición programas reforzados de atención social”.
El Banco Mundial tiene financiamiento vigente con Argentina por USD8.600 millones de los cuales faltan desembolsar USD 4.500 millones. Está previsto que en 2024 ingresen USD1.000 millones y el país deberá pagar vencimientos por cerca de USD900 millones. El resto de los fondos llegará a lo largo de los próximos años, aunque existe la posibilidad de ampliar la cartera vigente e incrementar el fondeo “va a depender de las conversaciones”.
Jaramillo se mostró conforme con las definiciones que escuchó del equipo que encabeza Luis “Toto” Caputo: “Escuché que hay un deseo enorme de eliminar muchas de las distorsiones que están por toda la economía, que impiden el buen funcionamiento de los mercados, me pareció positivo. Y una fuerte intención de equilibrar las cuentas fiscales y de dejar de usar el Banco Central para financiarse con emisión monetaria, que también me parece muy positivo”.