Después de que el valor del dólar paralelo alcanzara un nuevo récord este martes, superando la marca de los $1.000, el presidente Alberto Fernández canceló su agenda matutina y se aisló en su despacho en la Casa Rosada.
Inicialmente, el mandatario tenía programado visitar obras en el partido bonaerense de Florencia Varela, acompañado por su ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, pero sus actividades tuvieron que ser suspendidas debido a los acontecimientos del día.
Según fuentes de la Presidencia citadas por Noticias Argentinas, el presidente tenía “otras prioridades”, incluyendo el despegue del primer avión, un C-130 “Hércules”, que partió hoy después de las 10:30 am con el propósito de repatriar a los argentinos que solicitaron ser evacuados de Israel tras el ataque de Hamas.
En este momento, el presidente se encuentra en reuniones privadas, mientras que el ministro de Economía y aspirante presidencial, Sergio Massa, encabezará un acto en Aeroparque junto a los directores ejecutivos de JetSmart, Flybondi y Aerolíneas Argentinas para anunciar la incorporación de nuevos aviones y el record en la flota de aviones de cabotaje.
A pesar de la falta de comentarios oficiales, fuentes del Gobierno atribuyeron directamente al diputado libertario Javier Milei la responsabilidad de la escalada del dólar paralelo debido a sus críticas al peso argentino y su llamado a ahorrar en moneda extranjera. Desde el Gobierno, se le acusó de ser “una economista irresponsable que quiere ser presidente”.
Estos comentarios se alinean con las declaraciones del secretario de Finanzas, Eduardo Setti, quien señaló a un grupo de especuladores que operan en el mercado paralelo y contribuyendo al aumento de la cotización del “dólar blue”, generando “temor e incertidumbre”. Setti destacó que el valor de los dólares financieros está casi un 15% por debajo del dólar “blue”, a pesar de que históricamente solía estar un 4% por encima.
La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, expresó opiniones similares al acusar a “cuatro o cinco personas que operan ilegalmente aprovechándose de las expectativas de ahorro de la gente, lo que genera miedo e incertidumbre”. Cerruti hizo un llamado a no caer en esa trampa.