Boca Juniors derrotó 2-0 a Tigre con goles de Ayrton Costa y Edison Cavani dando un paso firme en su objetivo de pelear el campeonato, mientras que River volvió a decepcionar con un empate sin goles ante Vélez, quedando al borde de complicar su clasificación a la Copa Libertadores 2026.
Boca se ilusiona con el título y alimenta un presente que entusiasma, mientras River atraviesa uno de los momentos más delicados de su ciclo reciente. Con autoridad y solidez, el Xeneize volvió a ganar y se afirma como candidato firme en el Torneo Clausura. Del otro lado, el Millonario volvió a mostrar un funcionamiento opaco, dejó pasar otra chance clave y profundizó las dudas que rodean al equipo y a su entrenador.
BOCA JUNIORS
En una noche que fortaleció la ilusión xeneize, Boca Juniors se impuso con claridad por 2-0 ante Tigre en la fecha 16 del Torneo Clausura. Los tantos de Ayrton Costa y Edinson Cavani, de penal, consolidaron al equipo en la cima de la Zona A y reafirmaron el camino hacia uno de los grandes objetivos de la temporada.

El primer gol llegó a los 27 minutos del segundo tiempo: un tiro de esquina ejecutado por Leandro Paredes encontró el cabezazo certero de Ayrton Costa, que superó tanto a la defensa rival como al arquero Felipe Zenobio.
Ya en tiempo adicionado, a los 47 minutos, Edinson Cavani transformó un penal en grito de desahogo y fiesta en La Bombonera. El equipo de Claudio Úbeda amplió la ventaja en la última jugada y cerró una noche clave para mantenerse firme en la pelea por el título.
RIVER PLATE
El presente de River es muy distinto. El empate 0-0 frente a Vélez dejó al equipo de Núñez con un panorama complicado para acceder a la Copa Libertadores 2026, aunque todavía mantiene chances matemáticas: si sale campeón del certamen local o si alguno de los tres primeros de la tabla anual se consagra y el “Millonario” finaliza cuarto, podrá disputar el repechaje.

El clima en River estuvo lejos de la calma. Tras el encuentro, Marcelo Gallardo protagonizó un tenso cruce con un periodista en conferencia de prensa. La consulta sobre la exigencia interna del entrenador detonó la discusión.
“¿De verdad me preguntás eso? ¿Vos creés que no? ¿Vos me conocés a mí?”, respondió con visible molestia.
“Soy responsable del funcionamiento del equipo. Lo que no voy a permitir es que se ponga en duda mi profesionalismo o mi exigencia. Eso no”.
El técnico profundizó su descargo:
“Sé el compromiso que tengo conmigo y con la institución. Si querés analizar los resultados, está perfecto: son negativos y los asumo. Pero no voy a permitir que se ponga en duda mi convicción”.
Antes de cerrar, dejó un mensaje hacia el futuro:
“En algún momento esto va a darse vuelta. No va a durar para siempre. Estamos atravesando un momento de negatividad futbolística, pero hay que aislarse y seguir trabajando para recuperar la memoria”.
