El conflicto en el transporte público de San Miguel de Tucumán sumó un nuevo capítulo este martes, luego de una audiencia celebrada en la Secretaría de Trabajo.
Empresarios nucleados en la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) y representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) ratificaron las suspensiones del personal y coincidieron en solicitar la intervención del municipio capitalino para avanzar en una solución a la crisis económica que atraviesa el sector.
El vicepresidente de Aetat, Jorge Berreta, explicó que se mantendrá la medida de suspensiones, pero destacó la voluntad de diálogo. “Ratificamos la medida de suspensión del personal, pero seguimos con voluntad de diálogo. Propusimos que se cite a una nueva audiencia donde se convoque al Poder Ejecutivo y a la intendenta Rossana Chahla, porque el artículo 18 de la ordenanza 400/79 así lo establece”, indicó.
El empresario afirmó que la situación del sistema “no es viable” bajo el esquema actual y remarcó que la solución debe involucrar al municipio. “No hay rentabilidad ni capitalización, y las empresas arrastran deudas desde la pandemia. No pedimos un aumento de boleto, sino que se analice el costo real del servicio con estudios técnicos independientes”, señaló.
Berreta insistió en la necesidad de modificar el esquema de subsidios y avanzar hacia un modelo en el que el Estado pague por kilómetro recorrido, similar al que rige en provincias como Córdoba, Mendoza o Salta. Además, cuestionó la falta de aportes del municipio capitalino. “La provincia aporta 4.900 millones, de los cuales unos 1.300 millones van al área metropolitana. El municipio no aporta nada, solo paga el 50% de los viajes gratuitos de los estudiantes”, sostuvo.
Por su parte, el secretario general de UTA Tucumán, César González, confirmó que las suspensiones afectan a unos 150 choferes sobre un total de entre 1.100 y 1.200 trabajadores del transporte urbano. “Han ratificado la decisión de suspender y pidieron un cuarto intermedio para mañana, con la convocatoria a la Municipalidad. Nosotros aceptamos porque queremos que esto se resuelva a través del diálogo”, expresó.
El dirigente sindical aclaró que el paro se encuentra suspendido, aunque advirtió que podrían retomarse las medidas de fuerza si no hay avances. “Si mañana no hay solución, definiremos los pasos a seguir. No vamos a permitir que se afecten los salarios ni que haya despidos”, manifestó.
González reconoció además que la crisis denunciada por los empresarios “es real” y que se profundizó por la caída en la venta de boletos y la competencia de servicios informales. “Las ventas bajaron entre un 20% y un 30%, y el tema del Moto Uber también complica. No queremos que haya compañeros en la calle, pero la situación es delicada”, apuntó.
Ambas partes coincidieron en la necesidad de conformar una mesa de diálogo con la Intendencia y el Gobierno provincial para abordar el problema estructural del transporte urbano. En tanto, se prevé que durante los próximos días los usuarios de las líneas urbanas —de la 1 a la 19— puedan enfrentar demoras y alteraciones en las frecuencias, mientras se aguarda una nueva audiencia que permita destrabar el conflicto.



