El entrenador de Boca Juniors, Miguel Ángel Russo de 69 años, atraviesa horas críticas en su estado de salud. La preocupación crece en el ambiente futbolístico, mientras su entorno más cercano mantiene un hermetismo absoluto por respeto a su intimidad y a los deseos de su familia.
El exfutbolista y actual director técnico decidió permanecer en su hogar, donde es acompañado por sus seres queridos y recibe atención médica constante. Según fuentes del club, la situación es “delicada” y su familia optó por evitar internaciones invasivas, buscando preservar su bienestar emocional en medio de un cuadro complejo.
Durante el partido ante Newell’s, el equipo de Boca dedicó la goleada a su entrenador. Tanto el ayudante Claudio Úbeda como el capitán Leandro Paredes hicieron mención a Russo, evidenciando el peso emocional del momento. La preocupación también se reflejó en los rostros del cuerpo técnico y los jugadores, que mantuvieron contacto permanente con el DT en los últimos días.
Russo recibió además la visita de sus colaboradores más cercanos —entre ellos, Juvenal Rodríguez, Adrián Gerónimo, Claudio Aquino y Christian Muñoz—, quienes se acercaron para brindarle apoyo. También lo hizo el presidente del club, Juan Román Riquelme, con quien Russo mantiene una amistad personal y una historia compartida desde su exitoso paso por Boca.
Desde su regreso al club, su salud fue motivo de seguimiento constante. Las exigencias del cargo y los efectos secundarios de los tratamientos que enfrenta afectaron su estado general, especialmente en las últimas semanas. Su aparición en Mar del Plata, visiblemente debilitado, había generado preocupación entre hinchas y allegados. Poco después, una internación en Buenos Aires encendió las alarmas.
Desde entonces, el entorno de Russo mantuvo un perfil bajo, evitando difundir partes médicos oficiales. Lo que hoy prima es el respeto y el deseo colectivo de su recuperación. En Boca, el plantel y el cuerpo técnico permanecen unidos en el acompañamiento a su líder, y el mundo del fútbol argentino expresa mensajes de solidaridad y reconocimiento hacia un hombre que dedicó su vida al deporte.
Miguel Ángel Russo, símbolo de entereza y profesionalismo, enfrenta una nueva batalla con la misma dignidad que lo caracterizó dentro y fuera de las canchas. En estos días de incertidumbre, el deseo es uno solo: que pueda salir adelante.