El destino quiso que el primer desafío de San Martín de Tucumán en el Reducido por el segundo ascenso a Primera División sea frente a Deportivo Morón, en el estadio “Nuevo Francisco Urbano”. Será un duelo decisivo, a partido único, que marcará si el equipo de Mariano Campodónico sigue en carrera por volver a la élite del fútbol argentino.
El “Santo” llega a esta instancia tras un cierre de fase regular cargado de dramatismo. El empate 2-2 ante San Miguel, en Los Polvorines, lo dejó sexto en la zona A y sin ventaja deportiva. Mientras tanto, en la zona B, los resultados de una última fecha electrizante movieron las piezas hasta último momento. Finalmente, el rival quedó definido: el “Gallito” de Walter Otta será el obstáculo inmediato.
Campodónico, lejos de lamentarse por la pérdida de la localía, eligió mirar el vaso medio lleno:
“Puede ser positivo que no vamos a definir de local”, dijo tras el empate del sábado.
Su argumento no es menor. San Martín fue más fuerte fuera de casa que en La Ciudadela. En una tabla hipotética de rendimiento como visitante, el conjunto tucumano ocuparía el séptimo puesto entre 36 equipos, con 23 puntos obtenidos en canchas ajenas, producto de seis triunfos, cinco empates y seis derrotas.
En cambio, en su propia casa, los resultados no acompañaron como se esperaba: el “Santo” terminó en el puesto 23 del rendimiento local. Incluso el propio Campodónico reconoció:
“De local no nos está yendo tan bien. Pero perdimos solo un partido conmigo, los demás los ganamos o empatamos.”
Las estadísticas reflejan una mejora con el actual entrenador, aunque buena parte de las victorias a domicilio fueron logradas durante el ciclo de Ariel Martos. Aun así, Campodónico sostiene que su equipo tiene con qué competir: carácter, experiencia y la ilusión intacta.
La historia reciente de San Martín en los Reducidos no ha sido sencilla. Varias eliminaciones en casa pesan sobre el ánimo del hincha, que sueña con una revancha. Pero el técnico confía en revertir esa tendencia:
“Si tenemos la suerte de pasar la próxima fase, ojalá que podamos darle muchas alegrías a la gente; se lo merece y estamos en deuda.”
Aunque el empate frente a San Miguel impidió escalar al quinto puesto y mejorar el cruce, el DT no baja los brazos:
“Llegamos desde atrás y por ahí llegando desde atrás podemos empujar; tenemos las mismas chances que todos.”
En caso de haber goleado 5-0, el Santo hubiera terminado quinto, pero eso apenas hubiera modificado el rival: en lugar de viajar a Morón, debería hacerlo a Jujuy para enfrentar a Gimnasia. La dificultad, de todos modos, estaba asegurada.
El Reducido no da respiro. San Martín debe ganar o quedará eliminado. No hay margen para el error, pero sí una gran oportunidad: demostrar que la mística de un club grande puede más que cualquier ventaja deportiva.
Campodónico lo sabe. El plantel también. El sábado, en el conurbano bonaerense, San Martín saldrá a jugar con el alma, buscando escribir una nueva página en su camino al ascenso.
“Empieza un torneo nuevo. Este grupo se merece pelear hasta el final por el ascenso”, sentenció el DT.