Un hecho de extrema violencia conmocionó al barrio Echeverría, al noroeste de San Miguel de Tucumán. Un adolescente de 13 años fue atacado con un cuchillo por un hombre de 24 años que intentó robarle una campera de la Selección Argentina.
El episodio ocurrió el lunes por la noche en la Plaza Echeverría, ubicada en Necochea y Manuel Estrada. Allí, el menor se encontraba junto a su primo cuando fue sorprendido por dos sujetos. Uno de ellos lo amenazó con una botella, mientras que el otro —ahora imputado— extrajo un cuchillo y le exigió la entrega de la prenda, una campera del seleccionado nacional.
Según relató la auxiliar de fiscal Jessica Corti, el joven se negó a entregar la campera, lo que desató la violencia del agresor. “Comenzó a tirarle puntazos al cuerpo y le causó una lesión en la espalda, constatada por el médico de policía”, explicó.
Tras el ataque, los delincuentes no lograron concretar el robo. El chico escapó y corrió hacia la comisaría más cercana, donde relató lo sucedido. Minutos después, efectivos policiales lograron aprehender al acusado en las inmediaciones, mientras que el segundo implicado logró huir.
Este miércoles se llevó a cabo una audiencia en la que la Fiscalía buscaba legalizar la aprehensión, formular cargos y solicitar medidas de coerción. La representante del Ministerio Fiscal subrayó la gravedad del hecho y el grado de vulnerabilidad de la víctima.
“La víctima es un niño contra quien actuaron con superioridad física. Además, el arma no sólo fue usada para amedrentar, sino también para causar daño real. Esto dejó en el menor tanto lesiones físicas como huellas psicológicas”, señaló Corti.
En base a estas consideraciones, la Fiscalía solicitó la prisión preventiva por 40 días, argumentando riesgo de fuga y de entorpecimiento de la investigación.
Tras analizar las pruebas, el magistrado decidió rechazar la medida solicitada. En su lugar, dispuso que el imputado cumpla arresto domiciliario por 30 días, controlado mediante pulsera electrónica y rondas policiales periódicas.
La resolución generó indignación entre vecinos y familiares de la víctima, quienes esperaban una medida ejemplificadora frente a un hecho de tal violencia. La preocupación gira en torno a la seguridad del barrio y a la sensación de impunidad que provoca un beneficio judicial para quien atacó a un niño, una campera pudo haberle costado la vida.
Este caso deja en evidencia la falta de respuestas concretas del gobierno provincial de Osvaldo Jaldo, que evita pronunciarse ante hechos de violencia que conmueven a la sociedad. Mientras desde Nación el presidente Javier Milei marca un discurso firme en materia de seguridad, la administración tucumana sigue sin mostrar señales claras de respaldo a las víctimas ni medidas que garanticen mayor protección a los ciudadanos.
Para los vecinos del barrio Echeverría, la preocupación persiste: un chico de 13 años fue apuñalado por una simple campera, y su agresor cumplirá la sanción en la comodidad de su casa. La justicia, otra vez, quedó en el centro de la polémica.