Goleada de San Martín con fútbol, actitud y una estrategia perfecta que desarmó a Atlanta en apenas media hora de partido.
San Martín vivió una noche redonda en La Ciudadela y goleó 4-0 a Atlanta en un partido donde se combinaron táctica, entrega y efectividad. Con un esquema sorpresivo de Mariano Campodónico y el regreso de jugadores que no habían sido considerados en la fecha anterior, el “Santo” encontró solidez y desplegó su mejor versión.

El inicio fue letal. A los 19 minutos, Martín Pino abrió el marcador tras una pelota parada y, apenas dos minutos después, Franco García amplió con un cabezazo que descolocó a la defensa visitante. El rival quedó golpeado y San Martín aprovechó: a los 33, Matías García liquidó el encuentro con el tercero. En media hora, el local ya había sellado su victoria.
La clave no estuvo sólo en los goles, sino en la actitud. El equipo corrió cada balón como si fuera el último, defendió con firmeza y recuperó la solidez en la pelota parada. Atlanta, en cambio, nunca logró reaccionar y se mostró desbordado.

En el complemento, San Martín controló el ritmo y apostó a la contra. Así llegó el cuarto tanto, obra de “Wachi” tras una jugada colectiva que encendió al estadio. Con cambios acertados y un bloque compacto, el equipo cerró una goleada que vale más que tres puntos: devuelve confianza, refuerza convicciones y lo impulsa en la recta final de la etapa regular.
San Martín dejó en claro que, cuando combina táctica, intensidad y entrega, puede ser un rival temible. Y la goleada sobre Atlanta es la mejor prueba de ello.

