El milagro no llegó. La marcha de Inter Miami en la Concachampions se detuvo en Monterrey. El equipo de Lionel Messi, que había caído por 2-1 en la ida, fue bailado por Rayados y quedó eliminado en cuartos de final. La rebeldía de Leo, quien tuvo una asistencia ara el descuento y fue el más punzante del equipo de la Florida, no fue suficiente para evitar el golpe.
El partido dejó de ser partido muy rápido. Rayados no precisó tener la pelota para ser mucho más: con apenas un 39% de posesión fue profundo, generó peligro constante y aprovechó la fragilidad defensiva de Inter. Vázquez sacó rédito de un blooper del arquero para abrir el partido en el primer tiempo.
La supremacía se profundizó en el complemento, cuando Berterame selló el segundo con un bombazo. A partir de ese momento hubo baile: los mexicanos se lucieron, la cancha se mofó de un rival que transmitía impotencia y Gallardo bajó la persiana al sellar el tercero.
La revancha había estado precedida por un primer capítulo digno de una “telenovela” mexicana, tal como lo definió el Tata Martino. Hubo declaraciones picantes, cruces y un audio que generó polémica. “Todo lo que rodea a Messi puede llegar a tomar decisiones deportivas y extradeportivas. ¿Fui claro?”, disparó el Tano Ortiz, técnico del conjunto mexicano, en una charla con el periodista Santiago Fourcade antes del partido de ida. En esa misma conversación, el entrevistador le sugirió que Argentina fue beneficiada para ganar el Mundial y el entrenador: “Todos sabemos que el fútbol es un negocio”.
Leo no pudo jugar la ida, en la que su equipo cayó por 2-1 en Miami, por una lesión en el isquiotibial de la pierna derecha. El 10 observó la caída de su equipo desde un palco. Después de esa derrota trascendió un audio de Nicolás Sánchez, ayudante de campo de Ortiz, que le puso más pimienta a la revancha. “Messi me quiso pelear”, comentó. Y descalificó al Tata Martino con insultos fuera de contexto.
El pasado sábado volvió a jugar tras 24 días y sumó 45 minutos ante Colorado Rapids (2-1), partido en el que metió un gol.
A pesar de todo lo que pasó en la previa, Messi se mantuvo al margen con la idea de responder donde mejor sabe hacerlo: en la cancha. Sin embargo, en esta ocasión su presencia no fue suficiente para maquillar la diferencia de funcionamiento entre un equipo y el otro. Para Leo, el sueño en la Concachampions llegó a su fin./Olé