En los Valles Calchaquíes tucumanos el nivel de producción agrícola es deficitario, escaso y está reducido únicamente a la vitivinicultura, la producción de papas, hortalizas y frutos a pequeña escala. Una buena alternativa y muy poco explorada en estas tierras es la producción de pistacho. Un fruto seco de gran interés en el mundo que tiene elevados precios y que en provincias como San Juan está cambiando el paradigma productivo, planteándose como una seria alternativa a la olivicultura, la vitivinicultura, la producción de nueces y frutas.
Así lo cuentan los representantes de Frutos del Sol S.A. se erige como la mayor productora argentina de pistachos. Leopoldo Bravo, es un apasionado productor y gerente de esta empresa familiar, abrió las puertas de un mundo donde la paciencia y el compromiso han cultivado el éxito durante más de tres décadas.
El joven empresario comparte su experiencia al frente de la firma, donde, junto a su padre, Juan Domingo y su hermano Patricio, supervisan todos los aspectos del negocio: desde la plantación y la parte financiera hasta las ventas y la industria.
La historia de Frutos del Sol S.A. comenzó hace 32 años, cuando Juan Domingo Bravo trajo las semillas desde California, Estados Unidos. Después de una exhaustiva búsqueda, encontraron en la provincia de San Juan el escenario perfecto para el cultivo, combinando características únicas de suelo, topografía, climatología y biodiversidad.
Hoy en día, la empresa posee 800 hectáreas plantadas con pistacho, convirtiéndose en la plantación de mayor extensión en Argentina. Leopoldo, junto a su padre, manejan todos los aspectos del negocio, desde la plantación hasta la elaboración de productos de alta calidad que conquistan tanto el mercado interno como los mercados internacionales bajo la reconocida marca Frutos del Sol.
En una entrevista exclusiva, Leopoldo Bravo compartió detalles sobre la complejidad del cultivo del pistacho, un árbol que puede vivir hasta cien años, pero que requiere hasta una década para dar frutos en plenitud. La empresa enfrenta desafíos climáticos, especialmente sequías, que pueden afectar la producción. Sin embargo, gracias a la combinación de tecnología especializada y el ambiente propicio de San Juan, la empresa ha logrado no solo sustituir importaciones, sino exportar de manera exitosa sus productos.
Las instalaciones fabriles están ubicadas estratégicamente en el departamento 25 de Mayo, es un centro neurálgico donde se procesan los pistachos con precisión. Ingenieros químicos y mecánicos se unen para garantizar que las 5 máquinas cosechadoras italianas Berardinucci cuiden cada pistacho, ya que, según Leopoldo, “el pistacho no debe tocar el suelo”. Leopoldo Bravo destaca el crecimiento constante de la empresa, que cuenta con cerca de 120 empleados, muchos de ellos capacitados en el manejo de maquinaria especializada.
Frutos del Sol S.A. no solo se destaca por la producción de pistachos sino también por la diversificación de sus productos. Desde harina de pistacho hasta la deliciosa confitura llamada Croccantini al pistacho, la empresa se enorgullece de ofrecer productos de calidad que conquistan los paladares más exigentes.
En Argentina hay alrededor de 4500 hectáreas de pistacho cultivadas, y el 80% de ellas se encuentran en San Juan. El 90% de la producción nacional se exporta, contribuyendo al reconocimiento internacional de la calidad de los pistachos argentinos.
La firma no solo es una empresa, sino una historia de dedicación, pasión y éxito. Leopoldo Bravo y su equipo continúan creciendo, desarrollando nuevos productos y consolidando su posición como líderes en la producción de pistachos en Argentina, demostrando que, con paciencia y compromiso, los frutos del sol brillan con luz propia en el mundo.